LA CREATIVIDAD, LA INNOVACIÓN Y EL EMPRENDIMIENTO
COMO HERRAMIENTAS PARA EL DESARROLLO HUMANO
Y DE UN PAÍS
“Los seres humanos somos empresarios por naturaleza. Cuando vivíamos en cuevas, éramos todos autónomos (…), buscábamos nuestra comida y nos alimentabamos solos. Así comenzó la historia de la humanidad. Pero cuando llegó la civilización, lo reprimimos. Nos convertimos en <> porque nos dijeron <>, y olvidamos que éramos empresarios”. (Muhammad Yunus)
La crisis, sin duda, es una gran oportunidad para crecer y alcanzar metas, objetivos y sueños planteados. Vivimos rodeados de problemas y situaciones complejas tanto personales como gubernamentales y empresariales. Personales como la subsistencia, el estilo, la calidad de vida y el tiempo para compartir con los demás; y gubernamentales como crisis económicas, falta de empleo, un adecuado proceso de acompañamiento para el crecimiento de emprendimiento, innovación y creatividad.
Ciudades que antes eran iconos industriales y de gran prosperidad financiera hoy están en crisis. Detroit, la metrópolis que en otrora fue la de mayor crecimiento y poder manufacturero en los Estados Unidos, es un ejemplo de ello. Esta ciudad se declaró en bancarrota en el 2012 y con ella varias empresas, lo que hizo que muchas personas salieran de Detroit en busca de nuevas oportunidades. Según expertos, entre las razones que condujeron la ciudad a la crisis económica fue la mono-producción, es decir, el enfoque en un solo producto, a lo que se sumó la falta de innovación y creatividad. Reid Hoffman, en su libro ‘El mejor negocio eres tú’, habla de esta gran crisis como la falta de capacidad de adaptarse al cambio.
Ya lo dice Einstein, “la crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos”, sin embargo el Gobierno no es el único ente encargado de solucionar una crisis financiera; debe haber una población capaz de aportar al desarrollo y al avance de un país. La gente es el principal factor de la prosperidad, la creatividad y la innovación. La clave no está en los incentivos económicos del gobernante de turno sino en el tipo de gente con la que cuenta un país. Para la muestra está Silicon Valley, el centro de la innovación y creatividad a nivel mundial. Allí se encuentran las compañías más grandes y de alta tecnología del mundo como Google, Apple, Facebook, eBay, Intel y miles más.
Andrés Oppenheimer afirma en su libro ‘Crear o Morir’ que Silicon Valley es una peculiar aglomeración de mentes creativas de todo el mundo, que llegan atraídas por el ambiente de aceptación a la diversidad étnica, cultural y hasta sexual. El 53% de los residentes son extranjeros y la mayoría ingenieros y científicos de Asia y Latinoamérica. En Silicon Valley, los jóvenes se toman los cafés con sus laptops para crear productos de software y hardware e innovación tecnológica basada en la interdisciplinaridad y basados en un modelo de start-ups, trabajando en equipo, creando sinergia y compartiendo conocimiento y soluciones a problemas. Oppenheimer asegura que los innovadores quieren vivir en lugares vibrantes, que el “ambiente crea los genios y no al revés”. Cuando la gente está rodeada de mentores, colaboradores y competidores, además de contar con un apoyo familiar y educativo, es mucho más fácil que florezca su capacidad para crear y producir nuevos inventos.
Este ambiente enseña a las personas a tomar riesgos, buenas decisiones, decirle adiós a la zona de confort, crecer en liderazgo y así su influencia, en la capacidad de trabajar en equipo, de minimizar el miedo a perder o fracasar y por el contrario aprender de los fracasos. En Silicon Valley, dice Andrés Oppenheimer en su libro, la gente se vanagloria de sus fracasos, habla con igual emoción de sus éxitos como de sus desaciertos.
Está demostrado también que el ambiente influye en el principio de éxito, el cual es hacer todas las cosas con gran calidad y excelencia, que asume una persona. Ed Catmull, presidente de Pixar y Disney animation, cuenta en su libro ‘Creatividad S.A.’ cómo en Pixar la calidad y la excelencia era un mantra, y de allí nació la frase: “La calidad es el mejor plan de negocio”. En esa compañía la calidad se vivía, se pensaba y se respiraba; pero también se cometían errores, porque son parte de la creatividad. Los errores se enfrentan con voluntad de cambio y aceptación.
Es necesario entonces crear un ambiente en las universidades, comunidades, ciudades y demás en donde se compartan temas innovadores y creativos. Una de las temáticas más interesantes por estos días son los automóviles aéreos o terrestres no tripulados, mejor conocidos como drones, que como lo dice el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, juegan un “rol transformador” en campos tan diversos como la infraestructura urbana, la agricultura, el comercio, la seguridad pública, entrenamiento militar, misiones de búsqueda y rescate, y respuesta a desastres naturales. Es por ello que en los Estados Unidos ya están en la tarea de imponer regulaciones al uso comercial y recreativo de estos dispositivos.
Otro tema de innovación son las impresoras 3D, las cuales pueden producir zapatos, ropas, partes de automóviles, vajilla de cocina, joyas, juguetes, órganos humanos y alimentos. Esta tecnología traerá consigo una nueva revolución industrial que transformará la manufacturera como la conocemos, permitiendo que cada uno pueda producir lo que quiera, a nuestra medida y en nuestras propias casas.
Autos sin conductores son otra revolución tecnológica. Los automóviles ahora frenarán y acelerarán de manera autónoma en medio del tráfico y hasta se estacionarán por sí solos. Esto incrementará, sin duda, la seguridad en el manejo de los vehículos, ya que las estadísticas muestran un aumento mundial en accidentes de tránsito, la mayoría de los casos son causados por conductores ebrios, o que se duermen o se distraen por el uso de otros dispositivos electrónicos. Esta tecnología sería un gran aporte a la comunidad.
Otras tecnologías e innovaciones como el ‘internet de las cosas’, en el que todos los dispositivos, aparatos o cosas que nos rodean tendrán microchips y estarán conectados entre sí a través de un nuevo ecosistema. Esto permitirá, por ejemplo, que si algún producto de su nevera está apunto de vencerse, usted pueda ser notificado de ello a tiempo, e incluso se solicite de forma automática la reposición del artículo sin participación del ser humano. Y tecnologías como “Big data”, que consiste en el procesamiento de grandes volúmenes de datos que se generan día a día en redes sociales, en el internet, en los sistemas con los cuales interactuamos; y en el ‘internet de las cosas’ esta información será importante para toma de decisiones, publicidad, influencia, comercio y mucho más.
Para llegar al emprendimiento e innovación de este calibre o poder crear servicios y productos a partir de ello, es importante contar con una masa crítica de mentes creativas respaldada por buenos sistemas educativos que fomenten el análisis y curiosidad, el pensamiento crítico, el liderazgo, la capacidad de ser autodidactas, de servir a otros, el trabajo en equipo, desarrollar la pasión por lo que se hace y por crear, por innovar y trascender con productos y servicios que ayuden al desarrollo y beneficio de los demás. Una educación coherente en la que los educadores sean íntegros y vayan más allá de lo teórico, que lleven a los estudiantes a solucionar problemas y aplicar lo aprendido. En Latinoamérica y Colombia hay un gran potencial creativo, sin embargo, hay que alinear la educación, compartir y crear comunidades y así poco a poco ir creando una cultura de innovación. El Dr. Raul Cuero en su “Pirámide de la Creatividad” resume lo anterior.
Pirámide de la creatividad. Dr. Raul Cuero
Por medio del GDG Cali, una comunidad de desarrolladores la cual lideró, estamos incentivando a que los asistentes y jóvenes de la ciudad aprendan sobre tecnologías de vanguardia, se cree un ambiente de emprendimiento, de innovación y creatividad, se tejen relaciones, se compartan ideas, se sueñe, y se puedan llevar a cabo proyectos y start-ups.
Referencias:
[1]. Reid Hoffman. ‘El mejor negocio eres tú’. 2013.
[2]. Andres Openheimer. ‘Crear o Morir’. 2014
[3]. Ed Catmull. ‘Creatividad S.A.’. 2014
[4]. Raul Cuero. ‘Como ser creativo para triunfar’. 2012
